FUNDACIÓN
DE QUITO
Cuando llegaron
los colonizadores, el imperio Inca estaba envuelto en una guerra civil provocada
por la pugna de poder entre Atahualpa y su hermano Huáscar. Atahualpa y su
ejército vencieron a Huáscar y le dieron muerte.
En el año 1533
Atahualpa aceptó reunirse con Francisco Pizarro, pero fue capturado y días
después asesinado por órdenes del español, a pesar de la entrega de
un cuantioso rescate.
Corría el rumor de que en Quito se encontraba el tesoro de
Atahualpa. Se formaron dos expediciones, la de Pedro de Alvarado, desde
Guatemala, y la de Sebastián de
Benalcázar procedente desde el Perú. Fue éste último el que
consiguió llegar primero y quien, el 6 de diciembre de 1534, fundó la ciudad de San Francisco de Quito junto a las faldas del
volcán Pichincha.
La ciudad se
encontraba sobre cenizas, ya que días antes fue incendiada por el General
Rumiñahui con el objeto de que los españoles no encuentren nada a su llegada.
La ciudad
de Quito fue establecida con aproximadamente doscientos
habitantes. Inmediatamente se señalaron los límites, se estableció
el cabildo, se repartieron solares y se delimitaron áreas comunales. En el
ámbito arquitectónico, empezaron a construirse los primeros monumentos de la
villa, destacándose el inicio de la construcción de la iglesia de San Francisco, en 1536.